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Una vez hubo un futuro director, que fue a ver una película de un viejo autor, cuando ya habían sido nombrados como tales… Tras la película salió decidido a convertirse en un autor, comprometido y profundo. Mientras le daba vueltas a esto, se olvidó de pensar nada más, ya había visto lo que quería, todo su arte se concentraría a partir de entonces en largos planos, caras lánguidas a pocos centímetros del actor, y si es necesario hasta se comprometía a eliminar el trípode en algún momento de tensión dramática. Ahora se encontraba dispuesto a ser pionero, único y objetivo en su arte...
2 comentarios:
¡Qué divertido es el cine de autor! con sus caras lánguidas, sus planos eternos, su cámara sin trípode... sus temas novedosos y elevadamente intelectuales...
¡Arriba Bergman!
¿Eliminar el trípode en algún momento de tensión dramática? Qué anticuado... Sin trípode en todo momento y grabando con el móvil, eso es ahora cine de autor.
¡Ah! Y proyectando en el youtube, claro ;)
Y estoy con skiz.o: ¡Arriba Beckham!
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